Fecha: junio 24, 2021
El duelo es el proceso que se sigue tras la pérdida de algo o alguien significativo, es un “trabajo” de encuadre emocional que involucra todas las áreas que conforman a un ser humano (biológica, psicológica, social y espiritual). Cada uno asume el duelo de manera diferente de acuerdo con su personalidad; el duelo no implica […]
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El duelo es el proceso que se sigue tras la pérdida de algo o alguien significativo, es un “trabajo” de encuadre emocional que involucra todas las áreas que conforman a un ser humano (biológica, psicológica, social y espiritual). Cada uno asume el duelo de manera diferente de acuerdo con su personalidad; el duelo no implica el olvido del ser amado o de aquello perdido, más bien, implica la reorganización de una nueva vida, donde se aprende a vivir con la ausencia y la falta y le damos un lugar distinto, pero no menos importante en nuestro corazón al ser querido o a lo perdido.
Una de las tareas más difíciles que afrontamos cuando perdemos a un ser amado, es asumir la ausencia física, es decir, aceptar que ya esta persona no estará físicamente a nuestro alcance, ahora su risa, su voz e incluso cosas que antes no eran relevantes como su olor, se vuelven significativas y se vivencia una profunda tristeza ante su ausencia. Los procesos psicológicos que se experimentan durante aquello que llamamos “trabajo de duelo” tienen una gran carga emocional; si bien el duelo no es considerado como una enfermedad, sí es es un proceso sumamente doloroso.
Algunas personas durante el duelo somatizan su tristeza en afecciones físicas (migraña, alergias, problemas gastrointestinales, etc.), también pueden agudizarse algunas enfermedades de base, tales como hipertensión, diabetes, Alzheimer, asma, entre otros, esto debido a la conexión que hay entre la mente y el cuerpo. El sueño, la alimentación, la memoria y la atención pueden verse afectados sobre todo en los primeros momentos del duelo, se espera que con el tiempo este tipo dificultades se normalicen y la persona pueda ir poco a poco retornando a sus actividades y funciones diarias.
El duelo como proceso implica unas etapas: “negación, ira, profunda tristeza, aceptación y aprendizaje”, estas no son ni cronológicas, ni un estándar para todas las personas, sin embargo, podría decirse que estas características sí pueden llegar a ser vividas de forma emocional durante el tiempo que dure el “trabajo” de duelo. “Superar el duelo” no implica el olvido del ser amado, más bien implica la posibilidad de continuar o reconstruir una nueva forma de vida a pesar del dolor y la ausencia, en otras palabras, implica aprender a vivir sin el ser amado, conservarlo en el interior y traerlo al recuerdo cada que sea necesario.
El duelo es un proceso tan único para cada persona como su huella digital, cada uno vive y experimenta emociones diversas y tiene comportamientos diferentes que responden a su estado interior, no todas las personas se sumergen en llanto, aislamiento, apatía y desengaño, algunos prefieren estar acompañados, el ruido y realizar gran cantidad de actividades; los niños y los adultos mayores por ejemplo, experimentan los duelos con características distintas, suele vérseles un poco mas irritables, malgeniados y apáticos, los niños en particular se tornan un poco violentos sobre todo con sus pares.
Asumir el duelo como proceso y trabajo, nos permite reconocer que este es a su vez un proceso familiar, donde cada uno de los miembros lo está experimentando, por tanto, estamos invitados a ser empáticos y a reconocer que la mejor forma de acompañarse en el duelo es apoyarse en las personas que están alrededor, es decir la familia. Fortalecer la unión familiar, los lazos emocionales, la comunicación y el apoyo mutuo es de vital importancia para la elaboración del duelo.
TIPS DE AFRONTAMIENTO:
En el siguiente video puedes ver la guía de duelo presentada por la Psicóloga Lency Ríos.
Psicóloga Lency Ríos
Directora del Proyecto “Comprendiendo el dolor – Acompañamiento en Duelo
Tenemos esta canción para ti…
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